Sabemos mucho más de lo que creemos, esa información está guardada en nuestro inconsciente. A diario recibimos mucha información a través de los cinco sentidos que vamos almacenando sin darnos cuenta. Todo eso queda guardado en nuestro inconsciente y podemos hacerlo visible a través de una conexión energética con un elemento externo.
Un ejemplo sería la utilización de un péndulo al que podemos hacerle preguntas sobre qué es lo mejor para nosotros en un momento dado. A través de su movimiento podrá respondernos solamente un SÍ o un NO, por eso le haremos preguntas cerradas que requieran de una respuesta afirmativa o negativa.
La mayoría de nuestras facultades psíquicas (que tenemos todos) no suelen estar en contacto con nuestra conciencia despierta. Por eso es necesario un desarrollo de nuestra consciencia para expandirla y hacer consciente lo que es inconsciente.
El péndulo actúa como un simple mediador entre ambas partes.
Antes de hacerle la pregunta al péndulo tendremos que calmar nuestra mente con unas respiraciones profundas o una pequeña meditación.
Es una técnica sencilla pero hay que tener en cuenta algunos pasos a realizar así como la forma correcta de coger el péndulo. Y después, como todo, es práctica y práctica.
